La emisión de avisos meteorológicos precisos que se conviertan rápidamente en alertas de Protección Civil es fundamental en este nuevo clima para evitar daños en vidas y bienes, asegura a EFE el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, por el Día Meteorológico Mundial.

La efeméride, que se conmemora este domingo en recuerdo a la entrada en vigor en 1950 del Convenio por el que se creó la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se celebra este año bajo el lema "Juntos, reduzcamos la brecha en los sistemas de alerta temprana".

La cooperación internacional y el intercambio de datos es vital para reducir esa brecha, según Del Campo, que señala que "en pocos ámbitos es tan fundamental el trabajo conjunto de todos los países como en la meteorología".

- ¿Cual es la relación entre sistema de alerta temprana y meteorología?

- Existe una relación fundamental: la meteorología, cuando es adversa, supone un peligro para la población. En ese sentido, la emisión de avisos meteorológicos que puedan convertirse en alertas con la mayor rapidez posible es vital para evitar daños en vidas y bienes. Ese es, por tanto, el nexo: los sistemas de alerta temprana ayudan a la reducción del riesgo ante fenómenos meteorológicos adversos.

- ¿En que se basan estos sistemas de alerta temprana?

- Han de constar de un engranaje en el que cada una de sus piezas son fundamentales para el correcto funcionamiento de todo el conjunto: hablamos de sistemas de predicción meteorológica, con modelos matemáticos y personas expertas en su interpretación; también, de sistemas de monitorización de la atmósfera: satélites, radares, detectores de rayos, globos sonda, estaciones meteorológicas...

La observación ayuda a alimentar los modelos de predicción y a vigilar en tiempo real los fenómenos meteorológicos. Además, son importantes las herramientas de 'nowcasting' o predicción inmediata, que aúnan herramientas de observación y de predicción para poder conocer hacia dónde se va a dirigir un tormenta ya formada, o si esta se intensificará, por ejemplo.

A todo esto hay que añadirle un sistema eficaz de avisos: en España contamos con el plan Meteoalerta, que desde 2006 es la base para la emisión de avisos meteorológicos basándose en la superación de umbrales para determinados fenómenos meteorológicos, como lluvias, vientos, nevadas, calor o frío, oleaje, etc.

- ¿Como puede la meteorología reducir la brecha en los sistemas de alerta temprana?

- Para reducir la brecha en estos sistemas que todavía existe entre países más o menos desarrollados, es fundamental la cooperación, el intercambio de datos y la transferencia de conocimiento mediante cursos, talleres, reuniones internacionales, etc. En pocos ámbitos es tan fundamental el trabajo conjunto de todos los países como en la meteorología.

- Detrás de una buena previsión meteorológica, ¿es fundamental y necesario una buena comunicación de los impactos?

- A la hora de la emisión de avisos, en Aemet consideramos fundamentalmente la probabilidad de que se superen determinados umbrales, de los que se sabe que si son superados provocarán impacto. En este sentido, es fundamental la cooperación con las autoridades de Protección Civil de todos los niveles de la administración de España (nacional, autonómica y local) para que puedan establecer sus protocolos de alerta en función de la adversidad y comunicar a la población los posibles impactos.

Los mensajes han de ser lo más claros, sencillos y rápidos posible, y estar adaptados a las circunstancias locales. Un planeta cada vez más cálido genera a su vez fenómenos meteorológicos más extremos, que aumentan en intensidad y frecuencia.

- ¿Son, a día de hoy, las alertas a la población más importantes que nunca?

- Sin duda. El cambio climático ya se manifiesta en forma de un aumento de las olas de calor, a las que se le atribuyen cada verano miles de fallecidos. Pero también el extra de energía en nuestros océanos y una atmósfera más cálida pueden provocar episodios de lluvias torrenciales más intensos y devastadores.

Por ello, la emisión de avisos con la mayor precisión y antelación posible, y que estos se conviertan en alertas por parte de las autoridades de Protección Civil también con celeridad, es algo fundamental en este nuevo clima que ya muestra sus efectos.

- ¿Podrían ser más eficientes? ¿De qué manera?

- Todo sistema es mejorable. Por un lado, mejorando la predicción y vigilancia del tiempo. Estamos en un buen momento en ese sentido, con la nueva generación de satélites Meteosat, programa al que España aporta unos 40 millones de euros a través de Aemet.

Nuevos satélites que permitirán una mejor vigilancia y más datos para alimentar los modelos de predicción. También estamos modernizando la red de radares y estaciones meteorológicas, para conseguir una mejor monitorización de los fenómenos adversos. En el lado de la comunicación, hemos adelantado en Aemet la revisión de los avisos para el día siguiente a un horario de tarde, lo que permite una toma de decisiones más temprana por las autoridades de Protección Civil y una mayor difusión en medios de comunicación.

Además, trabajamos en mejorar la coordinación entre Aemet y las autoridades de Protección Civil a todos los niveles: estamos abordando con ellas las nuevas directrices básicas ante fenómenos meteorológicos adversos, de las que saldrán mensajes clave para la población y también futuros planes de actuación.