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La energía nuclear es "segura, eficiente" y "baja en emisiones", pero "desconocida"

El supervisor de la central de Ascó, Alfredo García, desmiente los mitos en torno a la energía nuclear y aclara por qué éstas son "rentables y eficientes"

La energía nuclear es "segura, eficiente" y "baja en emisiones", pero "desconocida"
Central nuclear de Trillo. (Foto: Archivo)
Daniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
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La energía nuclear es "segura, eficiente, tan baja en emisiones como las renovables y, además, tenemos capacidad para desarrollarla en España" sin depender del exterior, pero existe mucho "desconocimiento" sobre ella, explica en una entrevista con EFE Alfredo García, popular en redes sociales por su apodo Operador Nuclear.

Este supervisor de la central nuclear de Ascó, divulgador de información especializada y seguido diariamente por unas 400.000 personas, defiende un sector que la Comisión Europea y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) consideran "sostenible" e "imprescindible" para coronar con éxito la descarbonización.

El problema es el miedo generado por "el desconocimiento" que "nace con las bombas atómicas", aunque "ya desde 1950 los caminos de la nuclear militar y la civil estaban separados".


"No pueden explotar"


Las centrales nucleares "no pueden explotar como en las películas", aunque sí sufrir accidentes puntuales como el de Fukushima (Japón) en 2011, si bien "ninguna persona murió, ni sufrió daños debido la radiactividad emitida", según el Comité Científico de la ONU para el estudio de los Efectos de la Radiaciones Atómicas.

Otro ejemplo es Chernóbil (Ucrania) en 1986, aunque "no era una central nuclear como las nuestras: estaba diseñada para producir plutonio para bombas atómicas" y su seguridad y mantenimiento "eran deficientes: ni siquiera tenía edificio de contención como las centrales actuales", explica.

Respecto al miedo a los residuos radiactivos, "suele trasladarse la idea de que no sabemos qué hacer, pero no es cierto" porque "tenemos tecnología, medios y conocimiento, como demuestra el hecho de que en España llevamos más de 40 años gestionándolos y ni una persona ha sido herida desde entonces", recuerda.

García es partidario de su concentración en un ATC (Almacenamiento Temporal Centralizado) como el previsto en Villar de Cañas (Cuenca) y para el cual las empresas eléctricas, propietarias de las centrales, ya habían reunido el presupuesto necesario cuando el Gobierno actual decidió paralizar su construcción.

En su lugar planteó crear 8 almacenes en distintos puntos "con un sobrecoste de entre 2.000 y 3.500 millones" que "las centrales se niegan a asumir" porque -considera- el ATC es "más rentable y eficiente" y además "puede gestionarse con seguridad, pues está preparado para resistir terremotos o inundaciones".


Cinco centrales en España


En España existen 5 centrales nucleares: Almaraz (Cáceres), Ascó (Tarragona), Cofrentes (Valencia), Trillo (Guadalajara) y Vandellós (Tarragona). Dos de ellas -Almaraz y Ascó-, tienen dos reactores cada una.

"Además de amortizadas, están consideradas entre las más seguras y fiables del mundo, según distintos estudios internacionales", por lo que podrían funcionar más tiempo del previsto, como "cualquier instalación revisada periódicamente y que renueve los elementos que lo necesiten", asegura el experto.

Así, en EEUU hay varias plantas autorizadas para continuar operando 80 y hasta 100 años después de finalizada su construcción. Por ello, advierte de que "es muy difícil justificar la posición contra la nuclear si nos atenemos a los objetivos del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima), que incluyen reducir la emisión de gases de efecto invernadero, garantizar el suministro eléctrico y conseguir que sea sostenible".

Cerrar centrales es "una medida que va en contra de todo ello" y "lo saben en países como Finlandia, donde hasta los políticos verdes son pronucleares y su sistema educativo es ejemplar".


Combinadas con renovables


"El debate sobre cuántas plantas debemos tener es tema aparte", pero España, en su opinión, no necesita demasiadas, pues "tenemos mucho sol y viento, aunque sólo con ellos no podemos satisfacer la demanda energética" y existen muchos estudios que lo advierten, como el elaborado recientemente por la Escuela de Ingeniería de Cataluña.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó hace ya dos años "un informe muy claro que advertía de que a este paso España sustituirá la nuclear por el gas" porque las renovables no tienen una continuidad garantizada: "sin ir más lejos, la semana pasada tuvimos dos días seguidos con ausencia de viento y poco sol y hubo que interrumpir el funcionamiento de las industrias de gran consumo para evitar apagones en los hogares".

Este mecanismo, dice, "ha funcionado ya cuatro veces este año" y "da idea de hasta qué punto no es fiable una dependencia exclusiva de las renovables" por lo que "lo ideal es combinarlas con la nuclear".

García recuerda el caso de Alemania, que cerró sus centrales en 2023 e incrementó su dependencia del carbón, mucho más contaminante; aunque tenía previsto abandonarlo por las renovables en 2038, "se lo están replanteando".


El futuro


"Estamos en tiempo de descuento si queremos parar el desmantelamiento de las centrales", lamenta, porque "el combustible se encarga con tres años de antelación y el calendario anuncia el cierre de Almaraz en 2027" y el del resto, en años sucesivos. Construir una lleva, además, tiempo: "la media mundial para construir un reactor es de siete años, pero Francia construyó 56 en apenas 20 años..., y tienen una vez y media la población de España".

En su opinión, el modelo del futuro, que parece apoyar incluso la actual vicepresidenta primera de la Comisión Europea, Teresa Ribera, puede ser la creación de pequeños reactores nucleares modulares que "se calcula cubrirán en 2050 el tercio de la producción mundial". "Hay más de 80 diseños diferentes de estos reactores: es una muestra del interés por esta tecnología en el mundo", concluye.