circle
Clásico

TeleRural (VI): De misa en misa con el cura motero

TeleRural acompaña este domingo a Juan Molina, un sacerdote tiktoker que viaja de parroquia en parroquia en su moto, escuchando rock y metal

TeleRural (VI): De misa en misa con el cura motero
Juan Molina, acompañado de su inseparable moto, a la salida de una de las eucaristías. JAG
José Ángel Gallego Vázquez
José Ángel Gallego Vázquez
Lectura estimada: 3 min.
Última actualización: 

Viste chaleco de Harley Dadvison y alzacuellos debajo de su gran perilla. Viaja en moto, de misa en misa, por sus cinco parroquias. Participó en la edición 12+1 de Gran Hermano y es tiktokter. Sus homilías no dejan indiferente a nadie y los domingos los vive con intensidad para llegar puntual a cada una de sus eucaristías. Es Juan Molina, arcipreste de Medina del Campo, sacerdote diocesano y delegado diocesano de catequesis. Un cura con mucha personalidad, cuya simpatía conquista a sus feligreses.

Domingo. Primera hora de la mañana. Juan Molina sale de la casa parroquial en Rueda donde vive habitualmente. En el garaje descansa su BMW R1200 Adventure, la moto que le llevará de pueblo en pueblo, entre pinares, viñedos y campos de cereal. La primera parada es la pequeña población de Torrecilla del Valle, con apenas una quincena de habitantes censados. Juan entra en la coqueta iglesia repartiendo saludos. "En este pueblo se rompen todas las estadísticas, son más los hombres que las mujeres los que acuden a misa", dice con una sonrisa.

Juan Molina, barcelonés de nacimiento, descubrió su vocación cuando estudiaba en el colegio de los Misioneros de Barcelona. Allí precisamente también ejerció como profesor y quizá también recibió la llamada para embarcarse en la aventura de las misiones: Paraguay, Argentina y Brasil. 26 años después de su ordenación sacerdotal se vuelca en sus cinco parroquias: Rueda, Nava del Rey, Siete Iglesias de Trabanco, Torrecilla y Foncastín, población esta última donde celebra misa el sábado por la tarde.

"Hacemos lo que podemos. Hay momentos puntuales donde se acumulan las celebraciones por ejemplo en San Isidro, vivimos en medio del campo donde a los labradores les gusta mantener sus tradiciones". El sacerdote tiene que desdoblarse en ciertas épocas "y multiplicarse por cinco es complicado", reconoce.

A lomos de su montura, escucha rock y metal, la música que más le llena. Siempre lleva una cocacola "para dar un lingotazo entre misa y misa" y disfruta mucho, tanto de su vocación como de su medio de transporte. "En invierno es duro", aclara, pero estos paseos no los cambia "por nada".

Apenas diez minutos después de ordenar a sus feligreses que vayan "en paz", tiene que estar en el siguiente pueblo: Siete Iglesias de Trabancos. Apenas tiene tiempo para revestirse y comenzar una nueva eucaristía, en la que implica especialmente a los niños. Le gusta que sus celebraciones sean amenas, participativas, provechosas. En la sacristía de la iglesia de San Pelayo muestra un pequeño tesoro que viaja con él, de misa en misa, el cáliz de su ordenación sacerdotal que usa en cada eucaristía desde hace casi tres décadas.

"MÁS PUEBLOS, MENOS SACERDOTES"

No es ajeno a la realidad que vive en la actualidad la diócesis de Valladolid: "Hay más pueblos que atender con menos sacerdotes, con lo cual tocamos a más poblaciones", reconoce Molina. Según datos ofrecidos por el arzobispado de Valladolid, en la actualidad la diócesis cuenta con 165 sacerdotes diocesanos y sólo en la capital vallisoletana, cada domingo se ofician más de 225 misas.

La iglesia de los Santos Juanes de Nava del Rey es un espectáculo en sí misma. Este domingo, Juan Molina tiene ayuda aquí. "A veces viene un sacerdote peruano, Enrique Tizón, que me echa una mano con las misas". El sacerdote titular aprovecha este respiro para efectuar gestiones y papeleo con alguno de sus colaboradores de la parroquia. Llegará con más tiempo a la cuarta de las poblaciones en las que oficiará misa dominical: Rueda, su final de trayecto.

REDES SOCIALES

No oculta su experiencia televisiva en Gran Hermano, pero asegura que quizá no fue comprendida. ?Creí que la tele sería buena plataforma para acercar la palabra de Dios? pero ya se sabe que en televisión todo se magnifica y a veces solo sale solo la parte que interesa?. Parece que se encuentra más cómodo en Redes Sociales, especialmente en Tik Tok, donde no duda en comentar en comentar las Sagradas Escrituras, informar sobre los tiempos litúrgicos, dar luz a diferentes dudas de sus seguidores o en reflexionar sobre los misterios del cristianismo.
Es Juan Molina, genio y figura, el cura motero y rockero que oficia las misas a todo gas.