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El peligro de bañarse con elefantes: animales sociales pero peligrosos

La última víctima ha sido una joven vallisoletana que se encontraba en Tailandia de viaje

El peligro de bañarse con elefantes: animales sociales pero peligrosos
Miguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
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Una terrible noticia ha sacudido a la provincia de Valladolid este viernes, 3 de diciembre. Una joven vallisoletna ha perdido la vida en Tailandia mientras se bañaba con elefantes como parte de la actividad turística que estaba realizando en el país asiático.

En los últimos años, la creciente popularidad de los safaris y las experiencias turísticas en países asiáticos y africanos ha llevado a miles de turistas a interactuar con animales exóticos, en ocasiones de maneras arriesgadas. Una de las actividades más buscadas por los viajeros en lugares como Tailandia, Sri Lanka y la India es el baño en el que los elefantes, esos majestuosos y enormes mamíferos, juegan con los bañistas en ríos o estanques. Sin embargo, este aparentemente idílico encuentro entre el ser humano y el elefante ha derivado en tragedias fatales.

Los elefantes, aunque conocidos por su comportamiento generalmente pacífico, son animales salvajes con una fuerza física abrumadora. Esto, sumado a la impredecibilidad de su reacción ante ciertos estímulos, ha resultado en situaciones fatales para turistas que buscan una experiencia única. Desde 2018, se han reportado varias muertes y accidentes graves durante estos 'baños con elefantes', una actividad que, si bien promocionada como inofensiva, ha cobrado la vida de algunas personas.

La Muerte Silenciosa: Causas y Consecuencias

La tragedia más reciente ocurrió en diciembre de 2024, cuando un turista francés, en un popular santuario de elefantes en Tailandia, fue aplastado accidentalmente por uno de estos gigantes mientras disfrutaba de la actividad. Aunque inicialmente se creía que los elefantes estaban "entrenados" para comportarse de manera tranquila, los expertos aseguran que la realidad es mucho más compleja. Un elefante, en medio de un baño o un momento de juego, puede sentirse estresado o incómodo debido a la interacción humana, lo que lo lleva a comportamientos impredecibles.

Además de la evidente fuerza física de los elefantes, otro factor que juega en contra de la seguridad de los turistas es la falta de formación adecuada tanto para los animales como para los visitantes. En muchos de estos "santuarios", los elefantes son forzados a interactuar con los humanos, sometidos a entrenamientos rigurosos y en ocasiones abusivos para que "disfruten" de actividades como los baños, las fotos o las caminatas. Esto crea un entorno en el que los animales no pueden comportarse de manera natural, lo que aumenta el riesgo de agresividad o reacciones imprevistas.

Los elefantes, animales inteligentes y sociales, también pueden verse alterados por el bullicio constante de los turistas, el ruido y el estrés generado por estas actividades turísticas. Cuando se sienten acorralados, pueden reaccionar bruscamente, causando accidentes fatales. Las víctimas de estas tragedias han sido principalmente turistas, aunque en algunos casos los guías que acompañan las excursiones también han sufrido consecuencias fatales.

Un Negocio en Expansión

El baño con elefantes, junto con otras actividades turísticas que involucran animales exóticos, ha visto un auge en la última década. Muchos operadores turísticos promocionan estas experiencias como una forma de acercarse a la naturaleza y aprender sobre la vida de los elefantes, pero la realidad a menudo está lejos de esa idealización.

A pesar de los esfuerzos por mejorar las condiciones de vida de estos animales en algunos santuarios, la explotación de elefantes sigue siendo una preocupación seria. Los baños, las caminatas y las sesiones fotográficas con elefantes entrenados se han convertido en un lucrativo negocio, que sigue atrayendo a miles de turistas cada año, incluso a costa de la seguridad de los mismos.

Un Llamado a la Conciencia

Organizaciones como el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés) y la Asociación de Protección Animal han emitido repetidos llamados a evitar actividades que pongan en peligro tanto a los animales como a las personas. Los expertos sugieren que las experiencias turísticas que involucran animales deben ser replanteadas para garantizar el bienestar de las especies involucradas y la seguridad de los turistas.

Es importante que los turistas se informen antes de participar en actividades como los baños con elefantes. En lugar de buscar experiencias peligrosas o crueles, deberían elegir destinos que promuevan la conservación y el respeto hacia los animales. Existen santuarios éticos donde los elefantes pueden vivir sin ser forzados a interactuar con humanos y donde los turistas pueden aprender sobre ellos sin poner en riesgo su seguridad.

Las muertes trágicas relacionadas con esta actividad subrayan la necesidad de un cambio en la forma en que los seres humanos interactúan con la fauna salvaje. Las experiencias con animales no deben ser sinónimo de peligro ni sufrimiento, sino una oportunidad para promover la educación y la conservación, protegiendo tanto a los animales como a los seres humanos.