Los cultivos hortofrutícolas españoles han mejorado este año sus datos de producción
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, a través del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, participa en el Grupo Operativo PRERIVID, un proyecto de innovación que nace con el objetivo de mejorar la predicción de las necesidades de agua del viñedo para garantizar un uso sostenible del riego.
Con una subvención de más de medio millón de euros y cuatro años de duración, este grupo operativo aportará soluciones innovadoras al sector vitivinícola mediante el desarrollo de una herramienta de riego de precisión que integre datos "a pie de parcela", según han informado desde la Junta de Castilla y León.
España es el primer país del mundo en cuanto a extensión de viñedo, con 955.000 hectáreas que suponen el 28,9% de la superficie en la Unión Europea y el 13 % del total mundial. En el caso de Castilla y León, este cultivo ocupa 84.000 hectáreas, el 95% de ellas vinculadas a una figura de calidad, según los datos facilitados por el Ejecutivo autonómico.
"El desplazamiento de las estaciones del año, los fenómenos extremos, el aumento de las temperaturas y la disminución de precipitaciones ponen en riesgo la producción de la vid: dañan los cultivos, alteran la fecha de maduración de la uva y, sobre todo, limitan la disponibilidad del agua. Actualmente, dos tercios de la superficie española se encuentra en riesgo de desertificación, existiendo tierras cultivadas que ya presentan problemas, y algunos estudios estiman una reducción del 20% de precipitaciones anuales totales actuales para 2100", aseguran.
En este contexto surge el proyecto PRERIVID, que involucra a viticultores, tecnólogos e investigadores. El objetivo del proyecto es desarrollar una herramienta de gestión de riego de precisión que integre datos medidos a 'pie de parcela' —relacionados con la planta, el suelo y la meteorología— junto con la climatología global y las necesidades de riego a lo largo de todo el año, así como datos sobre prácticas agrarias con un impacto en el consumo del agua. Así, PRERIVID "contribuirá a crear una viticultura más sostenible y mejorará la competitividad del sector en un contexto de escasez de agua, ya que prevé un ahorro de entre el 15 y el 20% de los recursos hídricos", han añadido. Además, PRERIVID se desarrollará en comunidades autónomas con diferentes climas —Castilla y León, Galicia y Comunidad Valenciana—, por lo que sus resultados serán extensibles a todo el sector viticultor e incluso a otros tipos de cultivo.
El proyecto de innovación se desarrollará en diferentes etapas. En una primera fase se instalará el equipamiento para la medida de datos meteorológicos y de humedad de suelo. Esta información, junto con la predicción meteorológica obtenida para la ubicación de la parcela experimental, permitirá estimar las necesidades de agua a 7 días de cada parcela en función de la localización, la variedad de uva, la configuración del viñedo, el tipo de suelo, el sistema de riego y el momento del año. Conociendo las necesidades de agua, se pondrá a punto la herramienta de gestión de riego.
En una segunda etapa, se evaluará el uso de prácticas agrícolas que contribuyen a reducir el consumo de agua en el viñedo, como son la aplicación de caolín y el uso de cubiertas vegetales. Esto permitirá hacer recomendaciones concretas sobre el momento de implementación y la intensidad de estas actividades. También se evaluará el uso de técnicas digitales —espectroscopía NIR— que permitan tomar datos sobre el estado de salud del viñedo con mínimos recursos humanos.
Posteriormente, se analizará el efecto de los tratamientos de riego y las prácticas agrícolas en la calidad del mosto obtenido. Para ello, se estudiarán parámetros fisicoquímicos y compuestos claves para determinar la calidad de la uva y el vino. Finalmente, se evaluará el impacto económico de la herramienta de gestión del riego en el viñedo, incluyendo el gasto en materias primas, personal y energía.
SOCIOS DEL PROYECTO
Para llevar a cabo esta iniciativa, se ha creado un equipo multidisciplinar coordinado por la Fundación Empresa Universidad Gallega (FEUGA) en el que también participan como socios el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), a través del grupo de viticultura, las bodegas Quinta Couselo, Quinta Sardonia, Bodegas Enguera, la compañía tecnológica Monet Tecnología e Innovación S.L., la Universidad de Santiago de Compostela (USC), a través del Grupo de Proyectos y Planificación de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Lugo, el Centro sobre Investigaciones sobre Desertificación-CIDE, (CSIC, la Universitat de València, y la Generalitat Valenciana), a través del Grupo Agua y Cultivos, y el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino-ICVV (CSIC, Universidad de La Rioja, y Gobierno de la Rioja) a través del Grupo MedWineQuality.
El proyecto PRERIVID está enmarcado en el marco del Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC) 2023-2027, financiado en un 80% por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) de la Unión Europea y en un 20 % por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria es la autoridad encargada de la aplicación de dichas ayudas. El presupuesto total del proyecto es de 589.371 euros y la subvención total, de 583.385 euros.
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