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Clásico

Leclerc pole y aviso a navegantes, sacrificando a Carlos y Magic Alonso

Opinión de Alfons Aurin sobre la clasificación del GP de Bakú

Leclerc pole y aviso a navegantes, sacrificando a Carlos y Magic Alonso
Charles Leclerc, tras la clasificación. @F1
Alfons Aurin
Alfons Aurin
Lectura estimada: 3 min.
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Si la carrera de Monza es la más rápida de la temporada, Bakú con su recta de dos kilómetros, es de las más espectaculares. El campeonato, al rojo vivo con Verstappen perseguido por Norris y un Leclerc que quiere apuntarse a la pelea. En constructores más de lo mismo, batalla a tres entre Red Bull, Mclaren y Ferrari, el show debe continuar.

Empezaba la Q1 y los pilotos salían a rodar con más prisa de la habitual. Bakú es un circuito urbano y perdona entre pocos y ningún error, y eso los pilotos lo saben, y lo temen. También es un circuito que mejora mucho al principio y la Q1 siempre se decide al final. La pole olía a batalla de 4 escuderías, con Ferrari, Mclaren, Red Bull y Mercedes metidos en el meollo. Por detrás, nada decidido hasta el último segundo con el asfalto mejorando a cada vuelta. Mercedes clavaba la estrategia saliendo con medios de primeras para no gastar un juego de neumáticos innecesariamente. 

Llegaba la hora de la verdad y los Mclaren salían tarde a pista viendo como mejoraban todos los pilotos en pista. Carlos y Alonso en el límite de la zona de eliminación expectantes a la vuelta de los coche papaya. Piastri mejoraba, Sainz mejoraba suficiente para salvarse y llegaba la sorpresa mayúscula.

Norris se quedaba fuera en Q1 y saldrá decimoséptimo. Arriesgó Mclaren sacando a ambos pilotos tarde, y falló el británico en el momento más importante de la qualy y de la temporada. Se le acaba el tiempo a Lando y tanto él como su equipo han cometido ya suficientes errores, hoy no era el día de fallar. Además de la inesperada eliminación de Norris, se quedaban fuera Ricciardo, los Stake y Ocon. En la parte noble, Leclerc empezaba a dejarnos pinceladas de su velocidad. Llegaba la Q2 y se recrudecía la batalla.

La luz de Alonso

Llegó la Q2 y todos los pilotos metieron una marcha más. Los favoritos se distanciaban del resto a diferencia de la Q1 y las tres plazas sobrantes de Q3 estaban muy reñidas. Albon parecía tener algo más que sus competidores y tenía una plaza casi asegurada, Gasly, Tsunoda y los Haas (con Bearman, no Magnussen) peleaban las otras dos.

Os estaréis preguntando, ¿y Alonso? Pues el Nano estaba preparando una de las suyas, vuelta estratosférica para reventar el cronómetro y meterse quinto. ¡Para enmarcar también la vuelta de Colapinto que pasaba sexto a Q3 en su segundo gran premio, bravo Franco! Se quedaban fuera los Haas, con cabreo de Bearman incluido, Tsunoda Gasly y Stroll. Pero todavía quedaban 12 minutos de Q3 para definir al poleman. Leclerc, Max, Piastri, Sainz y Pérez tenía opciones (si habéis leído bien, Checo también).

La hora del cavallino rampante

Llegaba la hora de la verdad y los Ferrari volaban sobre el asfalto para ser primero, Leclerc y segundo, Sainz. Verstappen sufría con un coche que es la sombra del coche de principio de año y solo podía ser sexto en su primer intento.

Faltaban 3 minutos y volvían a salir a pista los monoplazas cuando Williams y Albon protagonizaban el momento cómico del GP. Salía el tailandés a pista con uno de los disipadores de calor externos montado en su monoplaza y tenía que parar a retirarlo y así poder seguir con la qualy. Vuelta a la acción.

Sainz sacaba a relucir sus dotes de equipo y sacrificaba su vuelta para darle rebufo a Leclerc y que este asegurara la pole. Piastri mejoraba, pero "solo" era segundo haciendo el sacrificio de Carlos innecesario. Verstappen saldrá sexto superado por primera vez este año por Checo, que saldrá cuarto.

Alonso hizo magia para ponerse octavo y ser el mejor del resto. Mañana nos espera una carrera espectacular donde Norris tendrá que remontar desde la decimoséptima posición. Los Ferrari intentarán revalidar del éxito de Monza y seguir avivando la lucha por un Mundial cada vez más bonito.