Las Siete Partidas y El Quijote: el patrimonio bibliográfico que muestran Las Edades del Hombre

Las Edades del Hombre verdaderas, las que dibujaron el genio creativo de José Jiménez Lozano y José Velicia entre 1988 y 1994, atendieron a la iconografía como vínculo espiritual y social (Valladolid/1988), a los libros y documentos como transmisión de saberes (Burgos/1990) y a la música como nexo espiritual (León/1992), con el remate sincrético de Salamanca (1994), publica EFE. 

Casi cuatro millones de personas visitaron las cuatro exposiciones del proyecto original que rompieron moldes en la gestión cultural al conectar por igual con la esfera intelectual y la popular a través de pinturas, esculturas, orfebrería y enseres litúrgicos a las que hizo hablar el discurso narrativo de Jiménez Lozano, autor de los guiones.

Desde entonces, el libro ha formado parte de modo recurrente en las sucesivas entregas como sucede en 'Hospitalitas', última estación de este viaje cultural y espiritual, con libros y documentos principalmente expuestos en la sede de Santiago Compostela, a partir del 19 de junio, aunque también en la de Villafranca del Bierzo (León), desde este miércoles.

Las Siete Partidas y El Quijote

Entre los fondos seleccionados para esta ocasión destaca, procedente de la Colegiata de San Isidoro en León, una copia del siglo XV de Las Siete Partidas de Alfonso X El Sabio (1221-1284), el primer corpus normativo del entonces reino de Castilla y de León, una ordenación jurídica vigente hasta el siglo XIX.

Los visitantes de la exposición de 'Hospitalitas', prosigue EFE, también podrán contemplar una edición de la segunda parte del Quijote (1614) prestada por la Biblioteca de los Padres Paules en Salamanca y una de las aportaciones salmantinas a Las Edades del Hombre, además de una primera edición de 'El Señor de Bembibre' (1844), considerado como uno de los primeros antecedentes de la novela histórica, procedente de la abadía benedictina de Santo Domingo de Silos (Burgos).

Esta edición se puede ver en la sede Villafranca del Bierzo, localidad natal del autor de esa novela, Enrique Gil y Carrasco (1815-1846), no lejos de la localidad de Bembibre que nombra el título de un libro estudiado como una de las cumbres literarias del Romanticismo español.

Perfil jacobeo

Un decena de volúmenes y documentos, algunos vinculados al perfil jacobeo de la exposición como un Breve de Alejandro VI (1499) a los Reyes Católicos sobre la financiación de un hospital de peregrinos en Santiago (1499), prestado por el Archivo General de Simancas.

En peor estado, aunque visible una pequeña imagen de Santiago peregrino en la parte inferior izquierda, ha viajado desde el Museo de Segovia hasta Compostela una bula de indulgencias plenarias y privilegios concedidos "a la Yglesia cathedral del apóstol Santiago de Galizia", fechada entre 1532-1533.

La Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca, por su parte, ha prestado una Regla de la Orden de Santiago imprimida en el siglo XVI, que compartirá la mirada del visitante en Compostela con un cantoral antifonario (siglo XVII) cedido temporalmente por la propia catedral de Santiago.

Otro testimonio de la tradición hospitalaria de la ruta jacobea son las ordenanzas del Hospital de la Vera Cruz en Medina de Pomar (1455), prestado por la comunidad clarisa de este municipio burgalés a la vera de uno de los caminos a Santiago a su paso por Castilla y León.

Rico patrimonio

Son algunos ejemplos del ingente patrimonio bibliográfico y documental de la Iglesia Católica en España, antes y después de la imprenta, en forma de códices, pergaminos, incunables, mapas y libros manuscritos e impresos que a lo largo de la historia han resistido botines, saqueos, desamortizaciones, robos o expolios.

De todo ello dio cuenta José Jiménez Lozano en el guión de la edición de Las Edades del Hombre celebrada en la catedral de Burgos entre mayo y octubre de 1990, un ensayo de nueve capítulos (de los balbuceos de la lengua hasta el libro en América).

Al igual que los restantes guiones (Valladolid, León y Salamanca) no figura de momento en las Obras Completas de este escritor, premio Cervantes, al que le cabe la paradoja de haber sido 'leído' por millones de personas a través de las exposiciones, frente al puñado de lectores que han seguido el resto de los libros de un autor que siempre se reconoció minoritario, de culto.