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Buñuelos y Huesos de Santo: Origen y simbología de los dulces más otoñales
La Festividad de Todos los Santos no es la más alegre del año en muchas casas y quizás por eso la sabiduría popular generalizó la costumbre de endulzar el día con los Huesos de santo y los Buñuelos.
A finales de octubre y principios de noviembre son pocas las casas y las mesas españolas en las que no hay hueco para los tradicionales Huesos de Santo y Buñuelos. Con placer se degustan, pero nos hemos parado a pesar cuál es su origen y su simbología.
ORIGEN
Encontrar el origen de los buñuelos no es tarea fácil, existen teorías que sostienen que deriva de la palabra 'puñuelo' una especie de bolas que los romanos amasaban con sus puños. Sabemos que la mayoría de los dulces tienen un origen morisco y tanto los Huesos de Santos como los Buñuelos apuntan a esa cultura.
En el caso concreto de los primeros, gracias al dato de la utilización de mazapán se consolida su elaboración en el siglo XVII. Las recetas de buñuelos son anteriores, se constatan recetas en España desde el siglo XVI, desde entonces lograron consolidarse.
La primera sociedad que consumió buñuelos fue la morisca. Sus ciudadanos, gente humilde, desempeñaban también el oficio de vendedores ambulantes de buñuelos. Eran postre típico los buñuelos fritos en aceite cubiertos de miel. La costumbre se cristianiza en las cocinas conventuales de la Edad Media, donde nació la costumbre de elaborar exquisitos dulces, con la finalidad de agradar a los propios miembros de la comunidad.
SIMBOLOGÍA
Con respecto a su simbología cuenta la tradición que cuando te comes un Buñuelo sacas un alma del purgatorio.
Los Huesos de santo, dulces de mazapán, azúcar y huevo, simbolizan cariñosamente a los muertos, el acto de comer estos riquísimos dulces se considera que los quieres y no les temes.
Ambos postres son francamente dulces, fáciles de preparar y sabrosos. El tiempo ha ampliando sus recetas a base de ingredientes naturales. Así, los Huesos de sSnto, tradicionalmente estaban rellenos de dulce de yema, pero hoy en día se ofrecen de chocolate, coco, fresa, e incluso se rellenan con yogur o praliné. También los Buñuelos han dejado de ser de viento, es decir, sencillamente una pasta frita, historiada y azucarada, y ahora se encuentran rellenos de crema, nata e incluso crema de chocolate.
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