circle

SpeaKers Corner

Por Andrés Miguel

Escabeche


Ingredientes para seis personas

  • Bonito, 1 kg
  • Aceite de oliva virgen extra, 250 ml
  • Vinagre, 125 ml
  • Laurel (2 hojas)
  • Pimienta negra en grano (1 cucharada)
  • Zanahoria (2)
  • Media Cebolla

Cortamos la rodaja grande de bonito en 4 lomos, desechando la piel y la espina central. Si la rodaja es muy gruesa podemos cortar cada lomo en dos mitades. Una vez cortado y limpio, ponemos el bonito en un bol con agua y hielo, durante una hora. Posteriormente, freímos las tajadas de bonito, 5 minutos por cada lado. Las sacamos y las reservamos.

En el mismo aceite, salteamos ligeramente las zanahorias cortadas en rodajas y la cebolla en juliana. En una cacerola baja, ponemos el aceite de oliva, las bayas de pimienta, los dientes de ajo, el laurel y añadimos la cebolla y la zanahoria que habíamos salteado.

Añadimos el tomillo y el romero y ponemos a fuego lento durante cinco a diez minutos para que el aceite tome sabor. Entonces, reincorporamos las tajadas de bonito a la cacerola y añadimos el vinagre y el agua, sin que llegue a cubrir.

Cocinamos a fuego lento, sin que haga borbotones durante treinta minutos. No debe cocerse mucho para que quede jugoso. Apagamos el fuego y dejamos que el bonito repose unos cuantos días dentro de ese líquido, antes de proceder a consumirlo.

Dirás, ¿qué coño hace Andrés hoy? ¿Se le ha ido la chaveta? ¿A santo de qué nos endiña una receta de escabeche?

Pues eso, porque escabeche es lo que van a hacer con Tamames el martes que viene? Tienen que estar Sánchez y sus 700 asesores partiéndose el culo de la risa ante tamaña oportunidad. Y espera no acabe la cosa con Vox sacudiéndole una moción de censura al propio Tamames.

Y es que el asunto ya no comenzó bien...

Un partido presenta una moción de censura al Gobierno y coloca como candidato a una persona que no sólo nada tiene que ver con ellos, sino que hizo la mayor parte de su vida en la orilla política más alejada.

Una elección de fechas que permite al Gobierno tapar la vergüenza de sus casos de corrupción, de los delincuentes en la calle o aliviadas sus penas, del incremento asfixiante de las cotizaciones y los impuestos, del desempleo desbocado, de la mayor inflación de Europa, de los desencuentros con los miembros de su propia coalición, de que aún no se haya abonado ni una sola de las ayudas prometidas de los 200 euros, del derroche de fondos europeos sin control ni acierto... bah, no sigo porque me sale una lista más larga que la receta anterior y no me quedan ganas.

Un candidato, Ramón Tamames, que quiere quedar a cenar con Pedro Sánchez y con el niño de la impresora, también conocido como Gabriel Rufián, no se sabe muy bien pa'qué.

Y luego, no sé si a instancias del propio Tamames, se filtra el discurso? a tomar por saco el efecto sorpresa, manda huevos. Si algo pensaban decir que pusiera en un brete al Gobierno, pues nada, ya lo han dicho? estarán temblando en la Moncloa.

Ya si me dicen que en lugar de en el Congreso, la moción se va a debatir en el putiferio del Tito Berni, pues me lo creo. Así le ponen un "broche de categoría" a este espectáculo circense.

Así funciona aquí nuestra política, desde todos los ámbitos, desde todos los partidos. No se salva ni uno. Nada útil sale de entre tanta moqueta y tanta complacencia, nada sirve.

Espero que, al menos, la receta sí lo haga. En lo que no nos prohíban comer bonito...