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SpeaKers Corner

Por Andrés Miguel

El primer puesto


No hemos aprendido nada. Algunos ciudadanos, poco. Los que nos gobiernan, nada, no han aprendido nada. El mando único de la primera no fue capaz de hacer nada bien. Los 17 mandos autonómicos, en la segunda, juegan a lo mismo, a la nada.

 

No hubo coordinación antes, ni la hay ahora. Ni siquiera nuestro Gobierno, quien debería de hacerlo, ha legislado lo suficiente para que no sea necesario habilitar un estado de alarma (¡¡¡ hasta el 9 de mayo de 2.021 !!!), de manera que los diferentes gobiernos autonómicos puedan poner en marcha medidas dirigidas a la contención del virus, por el simple hecho de que prefiere ocultarse para ver si los muertos se los cargamos a otro.

 

¿Para qué sirven todos ellos? Es vergonzante tanta desidia, tanta ineficacia, tanta búsqueda descarada de votos en lugar de soluciones, tanta necedad… ¡qué asco!

 

Y mientras los partidos del Gobierno se dedican a votar por subirse el sueldo, para echarse atrás después (que manda huevos la desvergüenza que hay que tener para dedicarle siquiera 10 minutos a eso mientras los muertos van por los 60.000, los desempleados se acumularán por millones, las empresas cierran por miles, los autónomos se arruinan a velocidad de vértigo y aún quedan ciudadanos sin haber percibido un solo euro de sus ERTEs), los ciudadanos nos adaptamos a este tiempo de carencias y estrecheces como buenamente podemos, tratando de asumir la maraña de prohibiciones que nos caen encima, procurando mantener a flote nuestras familias y acudiendo a los negocios del barrio para apoyarlos en la medida de nuestras cada vez más menguadas posibilidades.

 

Hace unas fechas, un diario suizo se preguntaba en titulares si el nuestro era un estado fallido. Por supuesto que lo es. El estado de las autonomías ha llevado a este país a una ruina sin precedentes en la Historia. Ruina económica, sí, sin duda, pero también moral, educativa, cultural, social…  Y ni siquiera los préstamos a fondo perdido que llegarán de Europa van a sacarnos de esta devastación. No con estos dirigentes, con todos éstos.

 

Intento no generalizar, porque sé que yerro cuando lo hago, pues incluyo a algunos hombres buenos entre el atajo de gandules que son la mayoría, pero resulta difícil salvar a alguno cuando analizamos lo que ocurre en este país, autonomía por autonomía, ayuntamiento por ayuntamiento, institución por institución.

 

Miren, por poner un ejemplo de lo más sencillo: una familia en Valladolid, de 4 miembros, necesita en torno a 300€ al mes en mascarillas higiénicas no reutilizables, mientras que esta misma familia, en Portugal, gastaría tan sólo 21€. El IVA aquí, el 21%, en Portugal, el 6%, en Francia, el 5,5%, en Alemania, el 5%...

 

¿De verdad que necesitamos un Gobierno Central y 17 autonómicos para tomar una decisión tan simple como rebajar el IVA de las mascarillas, producto que es hoy absolutamente obligatorio? Conste que un partido político minoritario instó al Ejecutivo a reducir el IVA de las mascarillas y geles hidroalcohólicos, del 21% al 4%, y encontró el apoyo de todos los grupos parlamentarios menos el de los partidos que conforman el Gobierno; la portavoz del ejecutivo y ministra de Hacienda, se defendió diciendo que "hay un reglamento europeo que impide que se pueda bajar el IVA de las mascarillas y que no es una decisión del Gobierno de España". Eso no ha impedido que la mayoría de los países europeos mantengan un IVA reducido en esos productos. Por cierto, la Comisión Europea aclaró días después que, aunque exista un reglamento en ese sentido, no tenía previsto sancionar a aquellos países que bajasen el IVA de las mascarillas. Y así redujeron su precio todos los países menos el nuestro. Hay que ser gilipollas. 

 

Nos están llevando a la ruina y no hacemos nada. A la ruina económica… y callamos. A la desolación educativa y cultural… y lo acatamos. Nos empujan a la confrontación social, al retorno de las dos mitades enfrentadas… y lo permitimos. Nos hunden, poco a poco, como sociedad, y lo único que se nos ocurre es aguantar la respiración.

Este país necesita cambios tan urgentes que no veo manera ya de procurarlos. Si no se nos lleva el covid, se nos llevan éstos, los 18… dadles tiempo… “España puede”…