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El que dirige, gana


En numerosas ocasiones hemos hablado de cómo la influencia hace que los líderes se ganen la confianza del grupo y todos puedan avanzar hacia puerto firme. Pero para que esto suceda el líder debe saber hacia dónde dirige al grupo, solo de esta forma las personas continuarán junto a él en el camino aunque este traiga dificultades.

    Nadie quiere quedarse atrás, pero también es segura la máxima que dice que pocos son los que se atreven a llegar más lejos de lo que otros creían posible. Es por eso que hay tan pocos líderes en el mundo y sí muchos seguidores. Ir más allá de lo que parece probable llegar es lo que trae la experiencia con la que más tarde uno se ve capaz de guiar a los demás igual de lejos. Para ir más allá y dirigir correctamente se necesita algo más que buena suerte:

 

1.- Se necesita dirección. Una de las habilidades de los que dirigen su vida y las vidas de los demás, de los grandes líderes, es que pueden ver lo que les depara el trayecto que han elegido. No esperan buena suerte, esperan problemas porque apuntan alto y cuando estos llegan no se decepcionan y tiran la toalla. Saben lo que quieren y preparan el viaje hacia su meta.

 

2.- Se necesita energía. Creo que sin carisma uno apenas puede hacer algo grande de sí mismo, y si no puede consigo mismo tampoco podrá elevar a los demás. Dirigir es un trabajo duro porque implica estar en constante crecimiento, requiere dar y estar dispuesto a recibir las lecciones de la vida y eso desgasta mucho. El liderazgo es un trabajo que lleva toda una vida aprender.

 

3.- Se necesita conocimiento. No se puede dirigir a quien no se conoce. Uno de los errores más comunes es crear las ideas y las decisiones desde una posición lejana a la gente. Para que la gente confíe en ti debes conectar con ellos, y para conectar es necesario conocer sus fortalezas, sus aspiraciones, sus miedos, etc.

 

4.- Se necesita experiencia. Las personas que tratan de ser alguien en la vida quieren experimentar y conocer lo que hay más allá del felpudo de su puerta, y pasan largas horas acometiendo todo tipo de acciones y revisando sus valores. Leer libros está bien, pero dar un solo paso puede desmontar mucho de lo que se haya leído hasta ese momento. Por lo que los líderes son personas de acción, no intelectuales de biblioteca.

 

5. Se necesita otorgar. Stephen R. Covey dijo en una ocasión que: "Pocas cosas hay más útiles que atribuirle una responsabilidad a alguien que aprecias y hacerle saber que confías en él". La confianza es uno de esos valores que lo cambia todo al instante. Los líderes que generan confianza porque saben hacia dónde van quieren que sus acompañantes puedan también liderar, hace que se responsabilicen tanto como él.

 

6.- Se necesita rendir cuentas. Viajar solo puede dar placer, pero hacerlo con un equipo que comparta tus ideales resulta transformador. La razón por la que muchos planes se quedan sin guía es que asumir el mando es fácil, hasta que el mando cae a merced de unas expectativas irreales o problemas que superan su capacidad de tomar decisiones difíciles. Dar la cara y prepararse para asumir los errores comunica confianza y cercanía. Las personas siempre estarán dispuestas a perdonar los errores cuando el líder aún está aprendiendo, pero nunca lo que se les está ocultando.

 

La palabra dirección da vértigo si la responsabilidad no es uno de nuestros atributos. Sin embargo quien la asume a menudo mejora su conducta y se desarrolla como persona. Tomar las riendas de algo aumenta el rendimiento a medida que se adquieren compromisos y todos participan activamente en ellos. Da vértigo porque asumir algo hasta las últimas consecuencias no es lo normal en una sociedad cada vez más victimizada pero como reza un viejo proverbio: "El éxito tiene muchos padres pero el fracaso es huérfano".

    Esta es también una razón para iniciar algo y atreverse a fracasar, porque antes o después alguien tiene que hacer algo y si queremos ver como ese algo funciona lo mejor es dar la cara, prepararse para aprender y no temer los vientos en contra que supone haberse enfrentado a lo duro que es abrir el camino. Algunos de estos puntos no son más que palabras esperando a que alguien haga algo con ellas, a que alguien recoja el testigo de un avance que se muere por la falta de atrevimiento. Y como ya se sabe, los que se rinden sin haber empezado acabaron con su vida antes de tiempo.

 

Aprovechando todo esto de liderar y la confianza, estoy encantado de deciros que acaba de salir ya al mercado mi nuevo libro. Se llama "Sé valiente" (el título no da lugar a equivocaciones sobre la temática, ¿verdad que no?) y os agradezco a todos los que confiéis en mí y en mi libro para dar ese conocimiento y ese empujón a la vida que a veces tanto necesitamos. Y por supuesto que estoy abierto a todos los comentarios que surjan. Feliz semana a todos!