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Clásico

Escenario Principal

Por Jesús Antonio Zalama Collantes

Sean Marholm incendiará Kitai


Dan las 6, sintonizo a los Stones;
recuerdos del pelo largo.
Viejos blues, queridísimo Sean Marholm.

No es Eric Burdon, pero guarda algunas semejanzas con él. Al igual que el británico lo fuera para The Animals y sus sucedáneos, Sean Marholm ha sido alma mater de Dinero y sus reencarnaciones y refundaciones. Ahora lo vamos a ver como cantante de Kitai, en un movimiento que solo nos puede hacer felices a aquellos que hemos disfrutado y disfrutaremos de la música de ambos por separado.

Si los primigenios Dinero surgieran ahora, en el actual contexto musical de la erróneamente nombrada escena 'indie', por seguro que tendrían un hueco e, incluso, más éxito que el que tuvieron en su día. Ahora que parece que las guitarras pueden copar números uno, como en el caso de Arde Bogotá y otros grupos que se distancian de lo electrónico y los sintetizadores, la energía de Dinero y sus letras directas, claras, seguro que triunfarían.

Es una pena no haberlos tenido durante un largo tiempo y habernos quedado con la miel en los labios con avances interruptus como Martes Loco. Sin embargo, es probable que la fuerza, calidad, trayectoria y seriedad de un grupo como Kitai sea el cauce perfecto para el torrente que es el bueno de Sean Marholm. Sin embargo, para los que no lo conozcan: ¿es una buena incorporación? ¿Hará olvidar al carismático Alexander? ¿Su idiosincrasia guarda relación con la de su nueva banda?

La respuesta a todo ello es sí. Sean no es la apuesta por una promesa o por solamente una voz adecuada a la potencia de Kitai, sino por un artista contrastado que maneja desde la interpretación a la producción musical. No es un fichaje de invierno que llega como una incógnita, sino la contratación de un veterano delantero que sabe lo que es hacer goles y pegarse con los (estudios) centrales. Además, y hablando de estudios, debemos recordar que Kitai ya grabó en los que su nuevo cantante tenía allá por 2015.

A su vez, apuesto a que no será, como reza Kitai en Lydia Bosch, un "músico pagado". Si llega a la banda 'china' es para aportar, otorgarles una nueva etapa, una nueva energía y sumar toda su experiencia. No viene a sustituir a Alexander y de carisma va sobrado. Es un frontman al uso y su figura en el escenario es imponente. Más estática que la del ruso que reemplaza, pero no menos atractiva para que el público cante y salte con él.  

Por último, pocos cantantes puede haber que casen tan adecuadamente con la idiosincrasia de Kitai. Lydia Bosch podría haberla escrito el propio Sean. Es un irreverente, un outsider con estrella, alguien cercano y apasionado que también ha vivido las peores facetas de la monstruosa industria musical y de festivales. En definitiva, con Sean Marholm, Kitai va a continuar no siendo tu puta banda de pop.