Es extraño. ¿No lo notan ustedes también? Da la sensación de que estamos en una continua caída en un pozo desde hace unos meses, en un constante bucle sin fin de cambios, restricciones, variaciones y prohibiciones que nos hacen tener que pensar cada paso que damos en nuestro día a día. Es lo que tiene una crisis sanitaria a nivel mundial. Ya saben, nadie esperaba esto y toca adaptarse, hacer un esfuerzo por parte de todos.
Pero desde hace un tiempo a esta parte no he podido evitar comentar un detalle con aquellas personas más cercanas. Es lógico que tengamos que hacer caso a a las medidas de la Junta de Castilla y León, que son por nuestro propio bien, o más bien por nuestra salud, y por la de quienes nos rodean. Hay que tener esa premisa siempre presente a la hora de hacer una crítica a la gestión. Pero claro, el problema es cuando uno se encuentra con cuestiones que dan la sensación de ser tomadas con poca premeditación.
Ya tuve esa impresión cuando el organismo regional sacó medidas restrictivas para las no Fiestas de Valladolid. ¿Acaso tuvo sentido que hubiera 25 personas igual en el Teatro Calderón, con capacidad para miles de personas, que en el teatro más pequeño de la ciudad, con capacidad para 100 asistentes? ¿O que entraran esas mismas 25 personas en la capilla más pequeña de la ciudad y también 25 en la Catedral poder presenciar igualmente una misa?
Pues ahora vuelvo a tener esa misma sensación con el cierre de la hostelería en toda Castilla y León. ¿De verdad es igual un bar que un restaurante? ¿De verdad son iguales y han actuado este tiempo todos los restaurantes igual? ¿De verdad son iguales todos los bares? Con cortes de este calado se transmite que se ha tirado por la vía de en medio, que se ha cortado todo de raíz sin el más mínimo estudio. Y eso, permítanme decirlo, al ciudadano le mete en la cabeza sensación de descontrol. De que se toman medidas sin demasiada premeditación, por ver si suena la flauta y funciona.
Y eso es lo peor de todo. Pensar que el capitán del barco no piensa, que quien está tomando decisiones por todos nosotros en la Junta, pese a estar respaldados tras las últimas elecciones -tampoco olvidemos esto-, no lo hacen meditando suficientemente cada detalle. Y créanme, irse a dormir todos los días para levantarse al día siguiente con unas medidas diferentes no ayuda. Da la sensación de estar en una caída hacia un pozo sin fondo.