¡Hala! Ya está, Pedro Sánchez ha dejado de ser presidente en funciones para ejercer la función de presidente. Ha dejado de ser interino, pasa a ejercer la plaza en propiedad, durante cuatro años, y seguirá urdiendo la trama para que los cuatro años se conviertan en vitalicios, aunque ya veremos lo que dura, en cuanto deje de bajarse los pantalones a la carta, sus encumbradores le pueden dejar colgado de la brocha, que no se desmande un pelín, bien claro se lo han dejado en sus discursos de la sesión de investidura, ojito con lo que dices y haces que te tiramos al barranco. Con esa gente tiene que gobernar ¿Qué cestos se pueden hacer con esos mimbres?

¿Qué calificativo otorgar al discurso de Pedro Sánchez? ¿vergonzoso? ¿inmoral? ¿infame? Seguro que a mas de uno estos calificativos, y otros equivalentes, le parecerán el epíteto de una reprimenda infantil y preferirían otros de más calibre, en todo caso, un buen ejemplo del discurso de un bellaco. Pero no se crean, que el protagonista mienta como respira, cambie de opinión como quien cambia de camisa y cumpla promesas como el que prometió hasta que metió, puede darnos alguna esperanza, mira que, si cuando Puigdemont se presente en Barcelona, pega la patada al brasero y le mete en la cárcel, solo es cuestión de tramitar la correspondiente ley por vía de urgencia y buscarle las vueltas, que no será difícil, teniendo en cuenta la experiencia que tienen. Que gozada, a pesar de la vileza, hasta yo sería capaz de votarle en las siguientes elecciones, y no se crean que creo en los reyes magos, que, de Pedro, cualquier cosa se puede esperar.

Tiene gracia, lo que ha hecho, dice, lo hace por la igualdad de los españoles, si claro, de la igualdad de unos a costa de los otros. Que lo hace para poner un muro a la derecha, para temblar, empieza hablando de muros y acabará poniéndolos, pero de los tangibles, de hormigón armado, y ya sabemos quién irá a cada lado. O sea que lo que hay que evitar es la alternancia de poderes, esencia de la democracia. Y ese desprecio a la derecha, a la que no reconoce el derecho a gobernar, ni aunque gane las elecciones por mayoría absoluta. Para él, todo aquel que no esté de acuerdo con sus postulados es un fascista ultraderechista y demás calificativos a los que nos tienen acostumbrados, le importa un bledo que más de media España responda a esa descripción, considera que su cometido es gobernar con la media que le apoya, donde abundan los estómagos agradecidos que no son capaces de ganarse la vida si no es colgados de las ubres públicas, como han demostrado la mayoría de los miembros del Congreso que han votado sí, si no ¿de qué?, y no es que vaya a gobernar despreciando a mas de la mitad de los españoles, es que lo va a hacer en su contra, y no hace falta esperar a que lo haga para creerlo, ya lo ha demostrado.

También tiene mucha gracia que diga que con la derecha y la ultraderecha no quiere saber nada, otra vez sale el bellaco redomado porque, vamos a ver, si los de Vox son ultraderecha, los del partido de Puchi se salen de la tabla, los de Junqueras no tienen de izquierda mas que el nombre. Y los del PNV, por dios, si esos, además, son católicos apostólicos y romanos, lo que pasa es que cuando se trata de defender lo suyo colocan sus principios donde los supermercados los productos buenos y baratos, Bildu está comiéndoles la merienda, y ante eso no se van a andar con remilgos. Y los de Bildu, bueno esos si podrían responder a una ideología izquierdista, y de la peor, lo que pasa es que aplicando la teoría de que los extremos se tocan, no sé, no sé. En fin, que va bien acompañado de toda la flor y nata de los enemigos de España, le van a convertir la legislatura en un calvario que nos va salir a kiwi de mico a todos los españoles no vascos ni catalanes.

Además es que, con tal de permanecer en la poltrona, demuestra tener menos dignidad que el perrito que espera su pan, de honor ni hablaremos ¿para qué? si es un concepto que seguro desconoce ¿es que no le importa nada lo que piensan de él los que le han puesto de presidente? Pero si hasta se lo han dicho a la cara Rufián y la de Bildu.

Y otra cosa Pedro, cuando vuelvan a declarar la independencia, que es cuestión de poco tiempo, están acostumbrados a que se les de todo lo que piden, o a tomarlo por la mano sin consecuencias ¿Qué vas a hacer Pedro? ¿Pedro, que vas a hacer? ¿le vas a mandar a Puchi un Batet, como hizo Don Alejandro en el 34 con Companys y comparsa? No creo, tú te pondrás de su parte y le pedirás un retiro de oro en la nueva república, como pago por haberte cargado España. A eso se llama salir de tirabuzón.