circle
Clásico

De mal gusto

Por Miguel Ángel Fernández.

Héroes vestidos de payasos


Me encantaría saber en qué preciso momento al Comité Olímpico Español le pareció una buena idea presentarse en París, capital mundial de la Alta Costura, con semejante uniforme como el de este año.

No pedíamos que os pasaseis el juego, nunca mejor dicho, como ha hecho el equipo de Mongolia con su increíble equipación para la presentación de los JJOO. Tampoco era cuestión de conseguir algo ecléptico, divertido y novedoso como ha hecho Haití. Pero deberíamos haber intentado ir vestidos con algo decente.

España es un país que no tiene nada que envidiar en lo textil a otros grandes exponentes mundiales. Tuvimos a Balenciaga y ahora tenemos a Loewe. Se nos ha dado siempre bien eso de vestir. No entiendo por qué hemos tenido que hacer el ridículo este año con esa falda de colores difuminados y esas estructuras aburridísimas.

Me parece muy buena idea que el conjunto del uniforme olímpico de nuestro país esté hecho, en su totalidad, por Joma, una marca española, pero no me convence nada el resultado. ¿No había algo mejor?

La fotografía promocional parecía una imagen de dos azafatos de Iberia. Pero el desfile del día 26 de julio me dejó en la retina un episodio de cientos de deportistas españoles que vestían el tradicional traje de San Fermín, pero con detalles todavía más burdos que los que se ven en las calles de Pamplona.

En lo referente a la ropa de deporte, tengo menos que decir. Esos uniformes, básicamente, tienen que ser cómodos y resultar prácticos a los competidores. Pero, si hablamos del atuendo de la presentación, no puedo estar más horrorizado.

Si hasta le han incluido un bolso al traje femenino. No fuese a ser que necesitase meter un tampón en mitad del desfile de las banderitas. Bastante innecesario y machista.

Existen suficientes diseñadores españoles que lo están petando a nivel mundial como para haber ideado una equipación mucho más elegante y rompedora. Imaginaos lo que podría haber sido un Joma X Palomo Spain, o, incluso, un Joma X María Escoté.

Aun así, no tenemos la ropa más fea de todas las Olimpiadas. España es como esa prima tuya que lo acaba de dejar con el novio porque le ha puesto los cuernos y se piensa que no le puede pasar algo peor.

Siempre habrá otra tía a la que conocer en la cola de los baños de una discoteca que te cuente que a ella le pusieron también la cornamenta pero con su mejor amiga. Somos un país malo, pero siempre habrá peores. Ni en el podio ni en la cola.

¿Habéis visto lo que han hecho en Méjico? No tengo palabras, que no sean tacos, para definir la barbaridad que les pusieron a sus atletas la semana pasada. Parecían streamers de Twitch en una boda. Colores y telas mal cosidas y mezcladas con la única intención de dañar la vista de los parisinos.

¡Qué pena ver semejantes atrocidades por televisión! Aun así, quedémonos con lo importante de esta competición que no deja de ser el deporte. ¿Qué más da ir vestido de payaso si finalmente te comportas como un héroe?