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Clásico

De mal gusto

Por Miguel Ángel Fernández.

La ropa no es barata, ni debe de serlo


Una vez que estamos en marzo y que ya no queda una sola percha de ‘Rebajas’ o de ‘últimos descuentos’ entre las estanterías de las tiendas de los centros comerciales, se vuelve a poder respirar cuando uno va de compras. Ya no hay aglomeraciones ni agobios. Es más, se aprecia hasta el silencio.

Silencio que el otro día se vio interrumpido por un comentario de una pareja que estaba en el mismo establecimiento que yo mientras me probaba un abrigo de pata de gallo que ya se encuentra colgado en mi armario. El comentario venía a decir que el precio de un par de botas era demasiado elevado para ser solo unas botas.

Escucho, normalmente, a mucha gente quejarse del precio de algunos artículos para vestir o calzarse porque hay quien considera que son "demasiado caros". Quiero que esto quede súperclaro: cuarenta euros por unas botas no es un precio normal. A pesar de lo ultranormalizado que lo tenemos.

La moda no es barata. La ropa no es barata. Pero no solo la ropa, el calzado y los complementos tampoco lo son. Y es que no tienen que serlo.

Durante muchísimo tiempo, las personas que no tenían demasiado poder adquisitivo utilizaban la misma ropa a lo largo de toda la semana y el domingo usaban una especial. Ya que, realmente, la vestimenta se consideraba algo caro. Pero esto parece que se nos ha olvidado.

¿Por qué creéis que antiguamente en todas las casas se sabía coser? No depende de que esa afición estuviese en auge en aquella época, si no que la necesidad de arreglar prendas rotas o estropeadas era la suficiente como para saber arreglar un pantalón o una camisa cuando era preciso.

A día de hoy, la ropa, el calzado y los complementos siguen siendo caros porque su producción no es barata. Tenemos normalizado que la ropa sea de bajo precio por el fast fashion y el ultra fast fashion pero, por lo general, que unas botas valgan cuarenta euros no es algo lógico.

Lo normal es que el calzado cueste por lo menos más de cien euros porque el realizar un buen calzado es un proceso complejo que necesita de materiales de calidad.

Lo que conocemos por cuarenta euros es el fast fashion y todo lo que esto conlleva: explotación laboral e infantil, contaminación, etc.

No soy quien para deciros dónde debéis comprar. Cada cual es libre de tomar sus propias decisiones. Pero deberíais tener claro que la producción de moda es cara. La única manera de abaratar precios es a través del fast fashion e incluso con esos métodos, a día de hoy, muchos artículos cuestan casi cien euros. Y si es así, sus razones tendrá de serlo.