Se tragó el desfile entero.

Abrí todas las ventanas el jueves para ventilar el chalé de los tíos a primera hora de la mañana y encendí el televisor, para ver como todos los años, el desfile.

No hice la mili por ser excedente de cupo, ni tampoco es que yo sea muy seguidor de los temas militares, pero siempre me gusta ver como desfilan los distintos cuerpos y lo de los aviones con el humo de la bandera y ver a las ministras y a la Reina qué modelos han elegido para asistir a la boda de Isabel Díaz Ayuso, que fue la verdadera novia del evento.

Salí a fumar un cigarro a la terraza y allí estaba ella. Justo en la ventana que daba al salón y al televisor, quieta y parada observando las imágenes del desfile. La acerqué un cubo con paja recién cortada y una bolsa de chuches. Todos los domingos y fiestas la llevo unos chuches.

Luna es la vaquilla más guapa que he visto nunca y la más lista de los animales que han existido nunca. Movía la cabeza cuando escuchaba los gritos dirigidos al presidente y las orejas al ver llegar a Ione Belarra con el modelo elegido para la ocasión.

Cómo me gustaría que viera la Guardia Civil, la esquina donde vive mi amiga desde que decidió escapar de la manada. Todo ordenado y limpio. Tenían que hacer excursiones los adolescentes a la finca de mis tíos para ver cómo se ordena un cuarto de estudiante.

Tiene tres cubos. Uno para el agua, otro para el alimento y otro para sus necesidades, más apartado. Y le he puesto un espejo grande, para que cuando no estoy yo, se pueda ver y no sienta que está sola.

Estaba pegando un manguerazo al porche justo cuando anunciaron los locutores que aparecía la Legión, y me puse a su lado a verlo desde la ventana.

Y apareció ella, la verdadera protagonista del día.

La cabra con su manto bordado y su gorro y sus andares. Pensé que toda la vida había sido la cabra la mascota de ese cuerpo de aguerridos defensores de la patria, pero no es así. He leído que en otras ocasiones hace muchos años, sus mascotas fueron un mono, un loro y hasta un oso.

Y digo yo, no se podría meter en el paquete de medidas sociales que se van a negociar ahora con la "amnistía", proponer que la Legión cambiase de mascota.

En la inmensa mayoría de los pueblos de España, en su fiestas y tradiciones populares el toro o la vaquilla es un elemento principal, básico y único.
Nunca he visto un encierro de una cabra, o a carneros correr detrás de los jóvenes.

Es el momento. Luna desfila por la finca de mis tíos con una elegancia, un ritmo y un compás, digno de tener en cuenta y se dejaría quitar el azul de los cuernos por los colores de la bandera.

Vamos ministra, vamos Pedro, que por si hay nuevas elecciones te ganarías a muchos votantes de centro derecha. Tienes que proponer RENOVAR A LA MASCOTA.