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Los lunes al sol

Por El Viudo

La ruta de los paradores


No me creo yo que el Rey Felipe no tenga amistad con un médico que le pueda hacer un volante para la princesa, en el que se pueda certificar que tiene los pies planos.
Me cuesta entender que no vaya a tener una relación cercana con un oftalmólogo que pueda asegurar que la princesa tiene las dioptrías necesarias para librarse de tener, la pobre chica, de estar ahora tres años entre bayonetas, aviones y barcos.

En la época de la digitalización, el teletrabajo y las videoconferencias, no creo yo que sea necesario estar tres años, los mejores años de la vida de una joven, madrugando a las seis y media de la mañana, para pintarse de negro y tirarse por el barro.

Partiendo de que además no va a ser su profesión para el futuro.

Es como si le llevas a un chico tres años a entrenar con el Real Madrid, Barcelona y Real Sociedad, sabiendo que nunca jugará ni un minuto en la liga de futbol profesional.

No sería más fácil hacer tres meses intensivos, uno en cada disciplina y luego ya poder ir trabajando desde casa con la ayuda de un tutor de cada área.

Leonor está en la edad de ir a los conciertos y al cine los fines de semana. De tener al primer novio. De quedar con las amigas para ir de rebajas o de ponerse las uñas como Rosalia.
De encargarse unas pizzas por Glovo y verse una serie con sus compañeras en casa de una de ellas, aprovechando que los padres están de puente.

Esa es la vida que tiene que tener una mujer de su edad.
Y estudiar y saber idiomas y aprender lo básico de las tres lenguas además de la que se habla normalmente.

Y tiene que visitar todas las comunidades, poco a poco, y ver como en cada zona hay unas costumbres y una forma de vivir y ganarse la vida y disfrutarla.

Si el Rey fuera más consciente de la situación por la que atravesamos tenía que decir vamos a dejarnos de aviones, barcos y tanques y vamos a llevar a la Princesa durante tres años a realizar la Ruta de Paradores.

Y acompañada de guías locales, comer al lado de la gente, disfrutar de la riqueza de nuestro patrimonio, empaparse de la historia de cada territorio y bañarse en lagos y subir a acantilados y bailar con los jóvenes en las fiestas de los pueblos, disfrutando descalza en la playa de un espeto o en la montaña de una olla de alubias, pero al lado de la gente.

Y que la dejasen en ese viaje de tres años ir con sus amigas, como un interrail pero por todo el territorio nacional.

La vida se pasa tan pronto y más para esas personas que llevan una agenda tan marcada y protocolaria que sería un lujo para todos saber que nuestra princesa nos visita y se pasa una Semana Santa con nosotros, con tranquilidad, no solo unas horas y en un coche con las lunas tintadas.

La Reina Letizia tiene fama de exigente, pero yo creo que si alguien la hace llegar esta propuesta mía la podría estudiar y convencer al Rey de que se han equivocado con la elección que han escogido para la formación de la Princesa.

En los Paradores está la paz, la historia de nuestra cultura, se come muy bien y el trato es exquisito. Y a ustedes les hacen un precio especial seguro.

Vamos que solo lleva unos días y es el momento de echarse atrás y aceptar que se han equivocado.

Qué bonito sería de nuevo ver a la Familia Real ir a recoger a la Princesa Leonor y escuchar a Don Felipe decirla: "Recoge el petate que te vas a hacer LA RUTA DE PARADORES".