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Clásico

Los lunes al sol

Por El Viudo

No hay más debate


No logro comprender, cuando veo esas imágenes de playas repletas, como tanta gente puede elegir el Levante como objetivo de sus días de descanso.

Me cuesta entender que miles de aficionados reciban horas antes a sus jugadores para transmitirles ánimos, cuando los suyos no tiran ni una vez a puerta en el partido más importante de la temporada.

Es difícil asimilar que lo que iba a ser un referente nacional en tecnología a través de un parque preparado para acoger empresas de toda a España a escasos diez minutos de nuestra ciudad, permanezca ahora bajo mínimos sin tan siquiera una cafetería.

No entiendo como un niño puede permanecer en una mesa sujetando una pantalla durante dos horas mientras su madre le da la comida y no ha abierto la boca en todo el tiempo para hablar ni con su hermana, ni con su madre ni con su padre.
No sabemos si le ha gustado la comida, si tenía sed o le hubiera gustado escuchar lo que hablaban los suyos.

No me alcanza la cabeza a saber cómo se siente un abuelo en una residencia de ancianos que no ha recibido la visita de ningún familiar en las dos últimas semanas, teniendo tres hijos, cuatro nietos y aún dos hermanos menores.

He dormido la noche del jueves mal, muy mal...no puedo razonar, ni entender, ni comprender, como una madre deja a un niño en una explanada frente a su lugar de trabajo, sin dejarle antes en su guardería. Ese dolor me mata.

Me asfixia comprobar como las radios y las televisiones tiene como único fin desprestigiar a los que no son de sus ideas, creencias o rezos.

Esta noche muchos de ustedes solo disfrutarán esperando la derrota del contrario.

Ojalá algún día entendamos, que en Levante el agua está muy buena y te aseguras unos días de sol, que el equipo de cada uno es lo más importante, que a veces es mejor estar frente a una pantalla que escuchar broncas y acusaciones, que los polígonos tienen vida propia y a veces se mueren, que los ancianos a veces están mejor y más tranquilos siendo dueños de su tiempo al final del camino, que en ocasiones la fatalidad pasa por algo...y que los periodistas deben de comer y se deben a su audiencia.

No se hagan mala sangre, la vida pasa tan rápido que lo que pase esta noche, en unos días se habrá olvidado.

Lo verdaderamente importante es entregarse en lo que uno hace, realizarlo con ilusión y compartir con los suyos.

Es de lo que se compone...NO HAY MÁS DEBATE