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Los lunes al sol

Por El Viudo

Mi vecino de la derecha


Si ustedes tienen la deferencia de ir bajando con el ratón, hasta el apartado que con tanta libertad nos ofrece este periódico digital, comprobarán que a mi derecha aparece otro colaborador, que hace sus reflexiones y deja por escrito su parecer del momento que nos está tocando vivir.

Es una pena que hoy en día ya no haya conversaciones en los rellanos, ni en los portales y nos limitemos solo a darnos buenos días en el encuentro del ascensor.

No tengo el gusto de conocer a mi compañero de pantalla, pero si puedo asegurar que como hago con el resto, dedico un tiempo diariamente a leer sus blogs, para desde el respeto aceptar sus puntos de vista, conocer sus inquietudes y sus puntos de vista.

Cada uno es muy libre de hacer las críticas y juicios que considere, solo faltaba.
Pero como si fuese un vecino de planta de cualquier edificio, me gustaría un día poder acercarme a su puerta e invitarle a un café en la mía.

Solo para darle un consejo. El dolor de úlcera, cuando ataca es de los que peor remedio tiene.
Y nos creemos que es circunstancia que solo les sucede a los demás. Pero es que cada vez que le leo, pienso que, si no la ha tenido aún, no le tardará en llegar y si me dejase cinco minutos con una infusión y unas pastas y un orujo de poca graduación intentaría ayudarle para poner remedio.

Querido vecino, es verdad que nos puede no gustar el gobierno o sus compañeros de viaje.
Es difícil entender muchas de sus decisiones. Las leyes de los podemitas, los peajes de los separatistas, las imposiciones de los que mataron a tanto inocente y decenas de cosas más.

Al igual que en nuestra Comunidad, cosas a mejorar y cosas que criticar. Como debe ser.

Pero si uno aprovecha ese espacio que se nos ofrece, solo para liberarnos de toda la rabia que llevamos cada uno por dentro, el resultado no es nada bueno para la salud.

Seguro que usted lo hace para que los lectores sepan su posición en los temas de actualidad.
Pero es que desde la segunda vez que haya tenido uno oportunidad de leerle ya sabe  a las dos líneas como va a acabar la reflexión y de que argumentos se va a sustanciar su conclusión.

Y el lector necesita una sorpresa. Este medio necesita encandilar y usted es para mi es lo más importante. Necesitaría un día levantarse de buen humor, con otro talante y hablar de algo bueno que le haya pasado a usted o a su familia o a la sociedad en general.

Escribir un día que ha disfrutado de una comida con amigos sin hablar de política, de un viaje con su familia a un lugar que le ha sorprendido, de un libro que le haya hecho soñar o de un paso en solitario que le ha relajado de la tensión.

Escribir es una terapia, la mejor que se conoce, al igual que crear música o pintar un cuadro.

Y a que usted no se imagina pintando todos los cuadros solo con grises y negros. Uno tras otro.
Mezcle un día en la paleta, rojos, verdes, azules, rosas?y observe de nuevo el lienzo.

Aprecio a todo el mundo que desde su libertad intenta crear un mundo mejor.
Hágame un favor personal, escriba algo positivo en breve para que me sienta orgulloso
del talante de MI VECINO DE LA DERECHA.