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Clásico

Va de series

Por Sergio Sanz Herrero

Libertad


Tras enganchar al público con su estreno, ‘Oscuro deseo’ volvió a convertirse en uno de los contenidos más demandados en Netflix en este inicio de año. La serie mexicana regresó con más intriga, más amor, más relaciones y más todo para conseguir repetir el éxito.

 

Con nuevas vidas, los caminos de los personajes volvieron a cruzarse debido a la boda de Darío Guerra. Los lazos pasados se mezclaron de nuevo con un comienzo fuerte: la muerte de la novia. Un hecho que puso en el punto de mira de la investigación a todos los protagonistas y cuya investigación se alargó hasta el final.

 

Porque todos parecieron culpables debido a los giros de guion que hacían llevar el camino cada vez por una dirección cuando parecía que todo se iba a aclarar. Y es que todo ocurrió cuando Alma luchaba por olvidar a Darío, cuyo amor tóxico cambió su vida desde que este entró. Ambos fueron los principales sospechosos desde el inicio.

 

Pero no todo era como parecía, y es que cualquiera pudo ser el culpable de la muerte; incluso esta pudo haber sido por decisión propia de la novia. Todas las hipótesis estaban abiertas. La nueva vida de Esteban Solares también resultó extraña, como una especie de tapadera para vengarse de la traición de Darío.

 

Y, por supuesto, no faltaron las grandes dosis de deseo sexual entre todos ellos. Aunque en esta temporada con gran parte de protagonismo para Lys, la madre adoptiva de Darío que también quedó atrapada por esa adicción generada por el joven. Esa falta de libertad le llevó a perder la cabeza, algo que Alma estuvo a punto de hacer.

 

Un nudo enredado con el paso de unos interesantes capítulos que atrapan al espectador de principio a fin. Y ahí, en el final, Alma supo vencer en su batalla interior para liberarse del lastre que le hizo perder a su familia. El plan diabólico casi salió bien, pero en este caso, pese a que todo invitaba a pensar que Darío conseguiría su deseo -más oscuro que nunca-, el malo no ganó. La justicia por el dolor causado a lo largo de la historia tuvo su castigo en el desenlace, tras el que incluso hubo cigarrillo de después.