Tras la derrota ante la Real Sociedad B pensaba que estaba todo dicho, que era imposible ganar al Eibar y que teníamos que empezar a pensar en llegar con buenas sensaciones al 'play-off', pero como decía Queen 'Show must go on' y para esto el Real Valladolid es un auténtico genio, capaz de lo peor y lo mejor en apenas seis días.

 

Ahora es el momento de creer y de ganar. Ya no valen las excusas, ni las medias tintas para este equipo que debe aspirar al ascenso directo, pero por desgracia ahora también hay que rezar a los rivales para pinchen en uno de los tres últimos partidos que restan.

 

Yo no era creyente el lunes y poco a poco me fuí imbuyendo de esa mística de que el Pucela se podía volver a meter en la pomada, pero tras el partido del domingo da mucha más rabia la derrota ante el Sanse porque se ha demostrado que cuando el equipo está enchufado es capaz de secar a cualquiera. El sonido de las guitarras del grupo británico se apoderó de mi tras el gol de nacho y como si fuera el mismísimo Freddie Mercury cantando el Wembley ante miles de espectadores, bociferé con el tanto de Weissman que certificada el asalto pucelano a Ipurua.

 

Tres partidos, tres victorias y un tropiezo rival necesita el equipo para volver a ser de Primera División, ¿Por qué no soñamos?. Primer paso Ponferradina.