El fútbol tiene estas cosas, Dani Olmo y Morata, que habían fabricado una obra de arte para empatar el partido ante Italia fueron los que fallaron sus lanzamientos en la tanda de penaltis destruyendo, bueno mejor dicho, apagando las ilusiones de todo un país con una selección que no enamoraba y dejaba muchas dudas al comienzo de la competición pero que ha dado la talla más que de sobra.

 

El que aquí escribe no se va a esconder y era de los que no entendía la convocatoría de Luis Enrique y poco después sus planteamientos tácticos en los partidos, pero... ¡Cómo me ha hecho callar! Y ha demostrado el asturiano que sabe bien lo que hace porque esta selección tiene mimbres y tiene futuro para volver a hacernos ilusionar. Una nueva generación de jóvenes talentos con un casi imberbe Pedri que nos hará soñar mil y unas veces con sus diabluras con los apeñas 17 años que gasta el chaval.

 

Repetir los éxitos del pasado será difícil y casi me atrevo a decir que imposible pero si mi equipo tiene que perder que sea así, atacando, teniendo el balón y siendo ofensivo. El sueño de España ha acabado en Wembley, pero el futuro suena bonito, muy bonito.

 

¡Ojalá se haga realidad!